Un lata de Coca-Cola: 1 euro, un chicle: 5 céntimos, lo que yo hago día a día: no tiene precio

Me encanta la rutina, las personas necesitamos no tener tiempo libre, estar ocupados en algo. La vida es asi, y cuando menos te das cuenta es cuando piensas en otras cosas. Adoro mi rutina de ir al conservatorio día a día, además, la rutina adelgaza, deja tu mente apartada de sentimientos inútiles, y te centra en las cosas realmente importantes, en las que de verdad te sirven para algo. Porque no es lo mismo las horas que me llevaba antes delante del ordenador, la cantidad de comida que me tomaba cuando no sabía que hacer, o las estúpidas cosas en las que llegaba a pensar. Y si, se que a lo mejor hay gente que odie la rutina, pero a mi, particularmente, es una cosa que me gusta. ¿POR QUÉ? Porque simplemente, siento que aprovecho el tiempo. Que cuando bailo no hay problema de matemáticas que se interponga en mi camino, ni transformación de naturales. Cosas que te hacen pensar que a veces somos unos monotemas, y que no nos fijamos en las cosas tan buenas que podríamos hacer en vez de estar comiendonos la cabeza por un chico, por una cosa que nos dijeron hace 3 días o por lo que vamos a comer hoy. Porque con la rutina no pienso en él, y la comida me da igual, porque el hambre no me la quita nadie.